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Realidades y Tendencias de la prensa contemporánea


María Elena Meneses Rocha

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Ciudad de México
Ponencia presentada en el Encuentro AMIC 2006, Morelia, Michoacán



La prensa se encuentra en una fase de cambios irreversibles: El cambio tecnológico con sus nuevas y cambiantes plataformas y modalidades, la transición generacional de las audiencias y la brecha tecnológica en países como México obligan a repensar las tradicionales fórmulas de informar, publicar, distribuir y financiar los productos informativos.

La tendencia mundial es el estancamiento y declive paulatino de los diarios impresos cuya apuesta desde la década pasada está del lado de la tecnología.

Los diarios europeos miran perplejos los tirajes millonarios de la prensa asiática y asistimos a un nuevo desorden informativo digital en el que conviven los conglomerados de prensa globales y las nuevas expresiones personales en la red como los llamados weblogs o bitácoras personales.

En Los Estados Unidos diarios como The New York Times, articulador y desarticulador de agendas políticas no sólo locales sino globales ha visto disminuir su tiraje de la versión impresa e incrementar la digital al grado de que su Director Arthur Sulzberger ha reconocido que ésta ha sido la salvación del emporio.

Los diarios latinoamericanos como El Clarín, La Nación de Argentina, el Reforma y El Universal de México continúan ampliando la brecha del universo de la oferta mediática en sus respectivos países al encabezar casi en solitario la experimentación del nuevo soporte y sus posibilidades para pocos lectores. La industria de la prensa contemporánea se dirige de manera excluyente a un mercado de lectores menores de 40 años educados y con posibilidad de acceder a la tecnología.

En este contexto de reacomodo, las organizaciones mediáticas intentan reducir costos valiéndose del outsourcing, fenómeno corporativo que ha llegado a afectar a los periodistas como los de la histórica agencia Reuters.

Intentaré describir los cambios a que se ha visto sometida la prensa y la profesión periodística a partir de la década de los noventa, cuando la red mundial hace su aparición en las redacciones de todo el mundo y rompe con el paradigma de la comunicación lineal: Emisor-mensaje-receptor y da lugar a una especie de caos informativo en el cual el receptor se convierte al mismo tiempo en emisor de mensajes múltiples.

Un nuevo medio de comunicación o sistema de información llegó para transformar inexorablemente una disciplina que demanda profesionales con habilidades distintas para satisfacer a audiencias compuestas por jóvenes educados desencantados de las instituciones políticas y que carecen del hábito de la lectura.

Las redacciones requieren de un nuevo periodista que demuestre no sólo capacidades para manejar el universo multimedia sino al mismo tiempo el compromiso y la responsabilidad de un profesional que maneja un bien público: La información.

Sostengo que la prensa se encuentra enfrentando cuatro grandes desafíos: El acelerado cambio tecnológico, la transición generacional en las audiencias; el dominio del hipertexto para innovar contenidos originales y servicios diversos y por último lo que se mira más complejo: La incorporación de leyes y reglas para el mercado de la información digital.

Introducción


Los reacomodos en el campo disciplinario
Reflexionar sobre el periodismo y los periodistas del siglo veintiuno es hablar del futuro de la profesión misma. Maestros como Ignacio Ramonet (2004) y Ryszard Kapuscinski (2002) auguran la extinción del periodista como lo conocemos hoy en día. A ellos les asiste la razón: Aquel reportero que se perdía de sus jefes para escribir una crónica en África, sin celular ni versión en línea que actualizar cada media hora, ya no existirá. Como si fuera poco, en la actualidad los directivos de medios de información se cuestionan si deben contratar a periodistas educados en universidades o a economistas, financieros, médicos, etc. y brindarles cursos de técnicas periodísticas. Por su parte la academia se cuestiona si la currícula de la carrera debe enfocarse al conocimiento de los medios y soportes o a la especialización temática.

Como señala Juan Luis Cebrián (1998: 90), en la industria mediática la internet es la responsable de los cambios sin precedente en ésta. Es en el Ciberespacio, en este espacio simbólico o universo paralelo creado por el mundo de las computadoras y los medios (Bell 2001:29) donde el periodismo enfrenta sus mayores retos.

Según Cebrián la red no necesariamente constituye una amenaza para los periodistas, sino para los sistemas de impresión y de distribución clásicos. En la actualidad un diario puede imprimir miles de ejemplares en lugares distantes y captar una audiencia multicultural y global. La competencia entre grandes diarios alcanza dimensiones desafiantes lo que ha obligado a algunos a compartir contenidos, a otros a buscar formas distintas de financiamiento mercadológico o la gratuidad misma, dado que la competencia en la red se da entre múltiples portales que ofrecen servicios informativos diversos.

Los diarios de influencia mundial como el New York Times, Le Monde, The Times y muchos otros europeos que vivieron su edad de oro hoy miran perplejos los tirajes de los diarios en Asia donde se ubican tres cuartas partes de los diarios más vendidos en el mundo según reconoce la Asociación Mundial de Periódicos, WAN por sus siglas en inglés, así como el ascenso del chino como lengua número dos de la red luego del inglés y dos antes del español.[1]

El hecho es que tanto los medios de información como sus profesionales tendrán que desempeñarse en una realidad distinta y cambiante. Como si fuera poco los lectores han experimentado una importante transición generacional (Meyer, 2004:17).

Los consumidores de información nacieron con los juegos de video, utilizan computadoras para socializar (chatear) y hacen la tarea con apoyo de buscadores como Google o Yahoo. Se trata de una generación posmoderna (Lyotard 1993: 4), contemporánea del quiebre de las ideologías y dueña de la sociedad de la información que nace de la posguerra “como alternativa a las sociedades libres” (Mattelart 2002: 168) y cuya ideología es el mercado.[2]
El término Sociedad de la Información (SI) fue adoptado por primera vez por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la ONU y la Comunidad Económica Europea, dado que:

Los últimos años han conocido una transformación del panorama laboral del mundo. La liberalización de las tecnologías, el crecimiento explosivo de internet y la creciente interrelación de los negocios y la sociedad convergen en un punto: la eclosión de la sociedad de la información (UE 2002).

Estructura mediática, audiencias, fórmulas de financiamiento y profesión periodística se encuentran en un periodo de cambio o como la denomina Martín Bernal (2004) en una fase de mediamorfosis en la que se ofrecen a los receptores desde ilusiones de interactividad con el mundo, participación democrática y ascenso social, hasta realidades como la exclusión y la marginación.

En cuanto a la profesión periodística ésta se ha transformado sustancialmente en la última década. Las actuales generaciones que bien pueden denominarse “adaptadas”, aprendieron a utilizar nuevos soportes como el teléfono celular y la computadora personal, en el futuro cercano se requerirá de profesionales “formados”.

De acuerdo a Rosental Calmon Alves (2000) los medios de información no tienen opción en la era de la información y reconoce que si bien el lenguaje periodístico en internet se encuentra en construcción, los diarios en línea no pueden limitarse a copiar los medios tradicionales. Asimismo, este autor establece que:

… en internet cualquiera puede publicar, las barreras de entrada ya no están en la producción y en los costos, sino en la credibilidad. En este sentido, la ventaja de los periódicos para enfrentar el reto digital consiste en su nombre (marca) y su énfasis en el contenido local que cubren.
En este juego, el perfil del periodista cambia sustancialmente. Es más importante su conocimiento de diferentes medios que la especialización en uno de ellos (Calmon Alves 2000).[3]

A continuación hago referencia a los que denomino “cuatro desafíos” a los cuales se enfrentan la prensa y sus profesionales:

1.-El acelerado cambio tecnológico

2.- La transición generacional en las audiencias

3.- El dominio del hipertexto para innovar contenidos originales y servicios diversos

4.-La incorporación de leyes y reglas para el mercado de la información digital.



1.- Primer Desafío. El acelerado cambio tecnológico. Del papel a la red y del periodista “adaptado” al “formado”.

La industria de los diarios no se concibe a futuro si no es en la red independientemente del dilema aun vigente de cobrar o no para acceder: La integración a la convergencia multimedia es un asunto de supervivencia. En los últimos cinco años (2000 al 2005) de acuerdo con la Asociación Mundial de Periódicos, el número de periódicos digitales o en línea se ha incrementado en 350%. Asimismo, desde 1999 el sitio de periódicos en internet ha duplicado el mercado publicitario y de acuerdo a la WAN sigue creciendo (World Association of Newspapers 2004: 2).

Los censos de diarios en línea son cambiantes, en el 2004 según Martín Bernal (2004) se calculaban un total de 10 mil diarios en la red, 500 de ellos en español.
Este crecimiento se contrapone al estancamiento de la industria de diarios impresos que en el mismo lapso ha permanecido estancada con una circulación anual del orden de los 500 millones de ejemplares (OCDE/ Eurostat/ Euromonitor Internacional).

Gráfica 1 La circulación anual de diarios en el mundo


Fuente: OCDE/ Eurostat/ Euromonitor Internacional
Elaboración propia

Europa es el continente más afectado por este fenómeno; de acuerdo a Ignacio Ramonet en la Unión Europea los tirajes de diarios disminuyeron en un millón de ejemplares en la última década (Ramonet :2005).

Según Calmon Alves (2000) “la rapidez de la penetración de la www le permitió alcanzar 50 millones de usuarios en 6 años, algo que le costó a la televisión 13 años y 38 a la radio.” John Pavlik (2001:1) observa que el fenómeno internet ha cambiado al periodismo en cuatro aspectos: 1) en el contenido, 2) en la búsqueda de los periodistas por capitalizar el avance tecnológico, 3) en la organización mediática y 4) en las relaciones entre audiencias, fuentes, anunciantes y competidores.

Las redacciones han comenzado a transformarse de manera irreversible, algunas más rápido que otras, y han aparecido cargos en la organización hasta hace una década desconocidos como el editor web, el editor de bases de datos, el sysop (moderador de chats) y el webmaster, como se denomina al que mantiene la funcionalidad de la página.

En América Latina algunos diarios de prestigio han visto incrementar el número de suscriptores y otros han quedado en el camino como el caso del diario mexicano TO2, el primero en intentar realizar un periodismo auténticamente en línea.

Aquellos amparados por conglomerados mediáticos como el diario en línea Reforma.com de México, uno de los sitios más profesionalizados y visitados de la región latinoamericana, logró un incremento de lectores del 50% entre diciembre del 2003 y enero del 2004 pese a la decisión un año atrás, de cobrar para acceder.[4] Otras publicaciones en línea como Proceso, El Universal, la Jornada y La Crónica continúan siendo gratuitas y la medición de su audiencia compleja y controversial. La página Alexa que mide la “popularidad” de los diarios en línea ubica a New York Times, el inglés The Guardian, el francés Le Monde y El Mundo de España entre los “más populares” del mundo y entre los mexicanos Reforma.com y El Universal online se disputan el primer lugar.[5]

Las NT han transformado el concepto mismo de información que, como menciona David Bulla (2002), “ahora tiene valores agregados como el contenido visual, el audio y video en tiempo real”.

De acuerdo con una encuesta realizada por la empresa Hispanic PR Wire (2002) nueve de cada diez de los periódicos y semanarios de América Latina cuentan con versión en línea.

Los censos de los diarios en línea son poco confiables y cambiantes. En el caso mexicano ante la carencia de éstos tomamos los datos del Padrón Nacional de Medios certificados de la Subsecretaria de Normatividad de medios de la Secretaría de Gobernación (www.gobernacion.mx/pmic) donde hay registrados 512 diarios impresos de los cuales se comprobó que 334 tienen una dirección digital, pero de éstos la mayor parte sólo tiene una presencia simbólica pues son escasos los que pueden ser tipificados como periódicos en línea, es decir los que usan suficientemente las posibilidades multimedia de la red.

El procedimiento consistió en buscar en la red cada una de las publicaciones registradas en este padrón y evaluarlas de acuerdo con algunas características básicas. En primer lugar se comprobó su presencia en internet, es decir, si existe una dirección que responda al nombre de la publicación. Al comprobarse la existencia de la página se evaluó si ofrece al visitante un espacio informativo de calidad. Los criterios valoraron aspectos básicos como la actualidad de la página, que presentara algo de contenido y no solamente portadas o índices, que el mismo sitio no fuera utilizado por varios medios a la vez, que no sólo presentara datos de la publicación como su dirección y algunos otros criterios expuestos más adelante.

La siguiente tabla muestra los resultados obtenidos en cada Estado del país, el primer rubro corresponde a los medios impresos registrados en el Padrón Nacional. El segundo responde a aquéllos que cuentan con una página de internet (sin importar su calidad) y la última columna refleja el número de medios que pueden considerarse digitales por sus contenidos y calidad.
La presencia simbólica de los diarios mexicanos en Internet

Estado
Total medios impresos certificados ante SG
Medios impresos con versión digital
Total medios digitales
Aguascalientes
4
2
2
Baja California
9
7
6
Baja California Sur
5
1
1
Campeche
3
2
2
Chiapas
4
4
4
Chihuahua
7
7
6
Coahuila
11
9
8
Colima
3
2
2
DF
273
178
118
Durango
5
4
4
Estado de México
26
6
6
Guanajuato
10
9
6
Guerrero
4
4
4
Hidalgo
7
3
3
Jalisco
9
7
5
Michoacán
5
4
4
Morelos
5
5
5
Nayarit
4
3
2
Nuevo León
24
9
9
Oaxaca
3
2
2
Puebla
11
4
2
Querétaro
5
3
3
Quintana Roo
4
3
3
San Luis Potosí
5
5
5
Sinaloa
9
9
9
Sonora
8
7
7
Tabasco
4
4
4
Tamaulipas
19
12
12
Tlaxcala
3
1
1
Veracruz
18
13
10
Yucatán
3
3
3
Zacatecas
2
2
2
Total
512
334
260
Porcentaje
100
65.23
50.78

De 334 (100%) medios impresos con versión digital sólo 260 (77.84%) presentan una página navegable y útil para el visitante. Las 74 restantes tienen una de las siguientes características:

Característica
Número de páginas que la presentan
No está actualizada
5
Sólo presenta datos
28
Pertenece a otro país
5
Sólo aparece la portada
1
Sólo aparecen portadas anteriores
2
Sólo aparece el índice
14
Selección de los mejores artículos
1
En construcción
1
Sitio repetido
14
Diferente editorial a la impresa
1
Versión completa disponible sólo en inglés
1
Menú de ítems publicitarios
1

Gráfica 2 Características de algunos medios digitales en México


Fuente: María Elena Meneses Rocha
Investigación realizada con la colaboración de Nallely Itzel Ortigoza Fernández

El arribo a la convergencia digital es lento, tardío y excluyente en el universo mediático de México donde siguiendo la tendencia mundial los diarios que sobreviven y se insertan a la convergencia digital son aquellos amparados por una empresa mediática fuerte como es el caso del grupo Reforma, Milenio, Televisa , TV Azteca y El Universal. En cuanto a los contenidos la prensa mexicana en línea no apuesta a explotar las posibilidades multimedia ofreciendo contenidos supeditados a sus versiones impresas.


1.1 Los periodistas de bajo costo o multimedia
A finales de este 2005 Reuters habrá contratado un total de mil empleados entre redactores y reporteros en Bangalore, India; en el 2006 entre 1200 y 1800[6], lo que corresponderá a aproximadamente el 10% de su fuerza de trabajo y a cada uno de éstos por la cuarta parte del salario de un reportero estadounidense en Nueva York. Los planes para la edición fotográfica son moverse de Canadá y Washington a Singapur. Esta realidad corporativa va de la mano con el avance tecnológico (Friedman 2005).

En las redacciones de diarios actuales se habla del periodista multimedia, es decir, aquel que luego de una cobertura envía su nota en diversos formatos: uno para la edición impresa y otro para la versión en línea que incluye fotografías o video captadas por una cámara web que el mismo periodista opera y audio para radio (servicio utilizado aun de forma tímida pero que representa un valor agregado para los cibernautas). En las redacciones de noticieros de televisión observamos al reportero que escribe para una versión radiofónica y otra en línea.

La guerra en Irak fue cubierta bajo estos nuevos parámetros. Los espectadores fuimos testigos de la manera en la que los corresponsales enviaron sus notas a los diversos medios de información en tiempo real a través de satélites o videoteléfonos, versión que a su vez fue transmitida simultáneamente en diversos formatos mediáticos. En el caso mexicano, las cadenas Televisa y TV Azteca utilizaron esta nueva tecnología para sus transmisiones desde Bagdad.

Esta convergencia multimedia exige a un periodista con habilidades y formación distintas. Las universidades que forman a futuros profesionales en el mundo han tenido que reelaborar la currícula de las carreras de Comunicación y Periodismo para adecuar al futuro profesional a estos cambios acelerados. Estas adecuaciones se tienen que hacer con responsabilidad y de la mano de la industria.[7]

Hasta hoy, el panorama no es alentador para los nuevos periodistas en su mayoría adaptados, no formados. De acuerdo a una encuesta del diario colombiano El Tiempo (2004), “un 53% de los periodistas latinoamericanos que laboran en los punto com no tienen formación en periodismo en línea o multimedia y el 17% hizo sus estudios fuera del país”.
Sobre las condiciones de trabajo los resultados son preocupantes: La mayoría de estos nuevos periodistas tiene entre 20 y 30 años y ganan menos que un colega que ha trabajado en la versión impresa. En cuanto a los editores responsables, un 70% considera que es urgente la capacitación de periodistas, quienes no saben cómo crear productos multimedia y cómo escribir para la convergencia digital (El Tiempo de Colombia 2004).

El periodista que hoy comienza a demandar el mercado laboral no sólo debe dominar todos los medios sino también debe tener la capacidad de adaptarse a audiencias y consumidores distintos. La red ha creado consumidores de tiempo completo y en consecuencia, el periodismo en línea se conforma como un nuevo servicio que requiere de profesionales que sepan explotar el medio en todas sus posibilidades.

Los periodistas que hoy trabajan en los nuevos medios y cuya experiencia proviene generalmente de la prensa escrita o de la televisión reconocen que el cambio les tomó sin armas y que muchos de los vaivenes financieros de los punto com tienen que ver con dicha inexperiencia y con la adaptación al cambio.[8]

En México Reforma.com fue fundado en el año 2000 y un año más tarde apareció El Universal online. De realizarse una encuesta similar a la de El Tiempo en las escasas redacciones en línea del país, los resultados no serían muy distintos. De hecho de acuerdo al diario colombiano El Universal participó en su estudio.

El periodista es uno de los elementos centrales de la sociedad de la información. En él recaerá la responsabilidad de buscar, verificar, pensar, analizar y además presentar la información de manera rigurosa, dispuesta a ser sometida a toda verificación y réplica. El periodista, como señala Francis Pisani (2002) en el libro La post-televisión coordinado por Ignacio Ramonet (2002), será un mediador de la información:

…Tradicionalmente los periodistas nos hemos expresado a través de los medios de comunicación fijos; nuestra expresión estaba fijada en el espacio, en el papel, o en el tiempo, la radio o la televisión. La novedad ahora es que el medio es completamente maleable. Podemos transformarlo en cualquier momento y lo puede transformar en cualquier momento quien quiera y tenga acceso, es un medio que se ha vuelto vivo y, por tanto, es una especie de cuarto personaje (Ramonet 2002: 105).

Si algo caracteriza al consumidor de medios en línea es que pide cuentas a los medios y éstos deben responder dando así cabida a uno de los valores agregados que debe ofrecer toda publicación en la red de redes: La credibilidad. La red y su información infinita abre una serie de posibilidades poco exploradas por los medios de hoy. Escuelas de Estados Unidos, Europa y América Latina ofrecen a sus alumnos desde los noventa cursos de comunicación y tecnología. En México recientemente han sido modificados los planes de estudio de universidades importantes, tal es el caso de la UNAM, Universidad de Guadalajara, el Tecnológico de Monterrey y la Universidad Iberoamericana.

El periodista en la actualidad debe aprender a buscar, escoger y realizar análisis críticos de la información que aparece desordenada y caótica en la red y para aprender a hacerlo, sobretodo al ejercer la crítica y el análisis, necesita una sólida formación metodológica además de la que como periodista le corresponde: La formación sociológica, histórica, linguística, politológica, etc.


2.- Segundo desafío: La transición generacional de las audiencias

De acuerdo a datos recogidos por Nielsen en el 2005 hay más de 888 millones de cibernautas en el mundo e igual número de posibles emisores-receptores aunque como lo ha señalado Manuel Castells (1997: 8) aun siguen excluidos de esta nueva economía informativa la mayoría de los habitantes del mundo a quienes categoriza como intractuantes e interactuados: Los primeros tienen la posibilidad de seleccionar circuitos “multidireccionales” de comunicación y los segundos tienen esta capacidad restringida. Siguiendo a este autor y a los datos estadísticos México sigue siendo un país de “interactuados”.

De acuerdo a las estadísticas de Nielsen la distribución de usuarios de la red demuestra que en América Latina y el Caribe apenas el 6.30% de la población usa la internet, en África un 1.50%, mientras en Norteamérica un 24.90% y en Asia un 34%.

Gráfica 3 Usuarios de Internet en el mundo 2005

Regiones
% población
África
1.50%
Asia
34.00%
Europa
29.20%
Medio este
2.20%
Norte América
24.90%
América Latina y Caribe
6.30%
Oceanía y Australia
1.80%

100.00%

Fuente: Nielsen//NetRatings, Internacional Telecommunications Union, Local NICs y otras fuentes.

Sin embargo en México el número de cibernautas crece a un ritmo acelerado. Según una encuesta de la Asociación Mexicana de Internet y la empresa Select, del 2002 al 2004 el número de usuarios creció de 10,032.7 a 14,901.7 y se proyecta un incremento a 16,995.4 en el 2005. De los más de 14 mil usuarios al 2004 un 47% tiene entre 13 y 24 años, un 42% entre 25 y 45 y sólo un 11% es mayor de 45 años.

La brecha tecnológica es aun enorme dado que el 6% de los cibernautas pertenece al nivel socioeconómico ABC+, sin embargo este estudio observa el incremento de usuarios de la red en los niveles socioeconómicos más bajos calificados como D y D/E, lo cual se debe en parte al mayor uso de lugares públicos para acceder así como la diversificación de estrategias de conexión dial up o banda ancha (Select & AMIPCI 2004).[9]

Gráfica 4 Universo de Usuarios de Internet en México

Fuente: Select & AMIPCI

En una investigación reciente el profesor de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Carolina del Norte Philip Meyer comprobó que los jóvenes estadounidenses al moverse a la edad adulta no toman el hábito de leer los diarios impresos como muchos empresarios mediáticos suponían en décadas pasadas cuando el declive en la lectura de diarios comenzó a parecer un fenómeno insuperable (Meyer 2004: 21).

De acuerdo a Meyer, las tecnologías están transformando al periodismo en dos áreas: en sus audiencias, ahora segmentadas y en el abaratamiento de los costos de producción. El desdén por la lectura es signo de la generación actual y problema mayúsculo para la industria de la información.

El magnate mediático Rupert Murdoch que amenaza con dominar el universo de la información en línea augura que las nuevas generaciones son quienes orientarán en el futuro a la industria mediática, al tiempo de que ésta dejará de ser un medio unilateral que “dicta sermones” para convertirse en “espacios conversacionales” en los que los reporteros y editores jugarán un rol distinto al de ahora (Economist.com 2005).

Las bitácoras personales o weblogs, así como la convergencia tecnológica entre televisión e internet se miran como fenómenos que forzarán a los medios escritos a tener una versión digital para subsistir, ya que la radio, la televisión y ahora la internet han sido golpes letales para la prensa escrita.

Para los medios pequeños las palabras de Murdoch son amenazantes al tiempo que nos permiten predecir un escenario mediático compuesto por cuasimonopolios y expresiones personales en la red así como una nueva exclusión: La demográfica.

El caso del diario The New York Times ejemplifica la crisis generacional; su versión en línea, tiene más lectores (éstos entre 25 y 40 años) que la versión escrita golpeada por el caso del periodista Jayson Blair acusado de inventar noticias en el diario más prestigiado de Estados Unidos y el decrecimiento de lectores, entre otras causas. El negocio del Times en línea crece 10% cada año y hoy tiene un valor de 100 millones de dólares con amplios márgenes de ganancia (Bianco 2005: 64-72).

La tendencia de los diarios en línea es captar lectores jóvenes. El diario español El País ha sacado una versión gratuita para jóvenes EP3.com. En México de acuerdo a datos de Reforma.com y El Universal online sus lectores tienen entre 25 y 40 años.

Esta obsesión por atraer a las generaciones jóvenes se basa hasta ahora en el despliegue de tecnología de punta, en servicios de “consejerías” a través de chats y no de búsqueda de contenidos originales y útiles. La tecnología RSS y los diarios satelitales aparecen como las innovaciones más recientes adoptadas por los diarios en línea del mundo y algunos mexicanos ya han comenzado a ofrecerlos a sus cibernautas.

La herramienta RSS (Really Simple Syndication/ Difusión realmente simple) que permite buscar, seleccionar y personalizar las noticias está transformando al periodismo como industria y en sus prácticas al igual que a los lectores quienes fungen como sus propios editores. El RSS podría forzar a los diarios a ofrecer mejores contenidos y a tratar toda la información como si fuera una “nota de primera plana” pero también, en aras de la competencia en tiempo real a enviar la información, sin la menor rigurosidad.

La credibilidad en la era del copiar y pegar es una asunto primordial. El periódico influyente es el que tiene lectores que le creen y por lo tanto tendrá anunciantes que le permitan funcionar (Meyer 2004: 7).

Los diarios mexicanos Reforma.com, El Universal online, Proceso.com, la Jornada y Milenio ofrecen servicios diversos a sus cibernautas: Reforma.com y el Universal online privilegian los gráficos interactivos, concursos, radio en internet, ayuda a usuarios, Reforma y El Universal en el PDA o agenda, llamadas de emergencia así como el servicio de RSS y alertas noticiosas al estilo New York Times y BBC.
Proceso y La Jornada privilegian su archivo hemerográfico aunque poco a poco comienzan a ofrecer contenidos sindicados y en PDA así como servicios sofisticados.

La Jornada recientemente comenzó a ofrecer su versión satelital, un nuevo negocio ideado por Nasdaq e IBM en el 2003 y que hoy posee los derechos para reproducir las versiones impresas de 184 periódicos del mundo hasta el 2023 a través de un software, un satélite con ocho estaciones regionales y un dispositivo que se emplaza en aeropuertos, centros turísticos, hospitales, etc y que permite al usuario mediante el pago con tarjeta de crédito obtener la versión del diario de su preferencia en un formato casi idéntico y en cualquier parte del mundo.

En el caso de países como México, el INEGI y la encuesta anteriormente citada “Hábitos de los usuarios de Internet en México” coinciden en que los usuarios de la red son primordialmente estudiantes de educación media y superior que usa la red para:

1.-Enviar correos
2.-Buscar información general
3.-Chatear
4.-Leer noticias

La lectura de noticias en red aparece como la cuarta opción por encima del entretenimiento como videojuegos y búsqueda de servicios.[10] Esta búsqueda no necesariamente se da a través de los diarios pues los portales como Google o Yahoo (Noci y Salaverría 2004:51) son igualmente fuentes de información y competencia de los diarios en línea.

Retomando la categorización de Castells anteriormente citada, la realidad de los jóvenes mexicanos y su relación con la redes es desalentadora y muestra de que la brecha tecnológica es un escollo que se mira insuperable. La Encuesta de la Juventud realizada en el año 2000 demostró que hay entidades del país como Tlaxcala donde un 96.9% de los jóvenes de entre 20 y 24 años están “desconectados” (Instituto Mexicano de la Juventud 2000).

El periodismo digital no dejará de ser una opción para minorías en países como el nuestro. En la siguiente gráfica observamos cómo el grupo de estudiantes de educación media y superior son los usuarios número uno de la red.

Gráfica 5 Población de seis años y más que utiliza internet por nivel de escolaridad, 2001 y 2004

Nivel de escolaridad
2001
2002
2004
Absolutos
Por ciento
Absolutos
Por ciento
Absolutos
Por ciento
Población de seis años y más que utiliza Internet
7 047 172
100.0
10 764 715
100.0
12 945 888
100.0
Primaria
604 677
8.6
737 211
6.8
1 348 927
10.4
Secundaria
1 504 255
21.3
2 200 231
20.4
3 053 760
23.6
Preparatoria
1 964 251
27.9
3 530 331
32.8
3 594 376
27.8
Licenciatura
2 736 786
38.8
4 067 767
37.8
4 413 005
34.1
Posgrado
223 693
3.2
195 233
1.8
431 365
3.3
Otro / No especificado
13 510
0.2
33 942
0.3
104 455
0.8

Fuente: INEGI

Los periodistas para los nuevos medios requieren de una sólida formación profesional que les apoye a no sólo dominar el cambio tecnológico sino a ofrecer mejores contenidos. La calidad de un producto periodístico será medida no sólo por tener la nota primero que la competencia sino además por contextualizarla y relacionarla de la mejor manera.[11]

En una sociedad sobre informada al periodista se le exigirá cada vez más mantener el interés del público y hacer del medio en que trabaja una empresa viable y sana financieramente. La fórmula de los diarios en línea hasta ahora está orientada a la apuesta tecnológica y a la satisfacción de públicos menores de 40 años.

Captar la atención de nuevos lectores de manera integral tecnología+contenido+ fórmulas mercadológicas atractivas e innovadoras constituye el reto de la industria periodística. [12] En el mundo el mayor grupo de usuarios de la red son jóvenes menores de 34 años y el mercado presente y futuro de la industria. A nivel mundial, de acuerdo con un informe de la Universidad de Berkeley, la lectura de noticias ocupa el segundo lugar en usos de la red después del envío de correos electrónicos (Lyman & Varian 2003).


3.- Tercer Desafío. Contenidos originales, útiles y diversos
La red ofrece la posibilidad de interconectar a audiencias locales, regionales y mundiales y reparar la deuda de la televisión analógica: La interactividad. Los estudios en comunicación hasta ahora han estado enfocados a los mensajes y a su recepción. La interactividad nos presenta a los investigadores el reto de estudiar cómo estos mensajes son respondidos. Como apunta Terry Lee Wimmer la teoría de la construcción de la agenda, cuya premisa es que los medios preseleccionan los temas sobre los cuales la sociedad habrá de pensar, se amplía con el advenimiento de los medios interactivos que permite a éstos decir al receptor no sólo sobre qué temas pensar sino cómo pensarlos y relacionarlos (Wimmer 2000: 10-12).

La interactividad permite que los usuarios se confeccionen un diario a la medida con base al universo de posibilidades que le otorguen los editores de distintas secciones (Cebrián 1998: 89).

Los cambios en la estructura de los medios y en su organización interna traen consigo transformaciones de igual profundidad en la oferta mediática que segmenta audiencias y obliga al periodista a especializarse en campos antes no explorados por los medios de países como el nuestro; tales como el medio ambiente, las integraciones multinacionales y su impacto político, cultural y económico, la tecnología, la ciencia, la salud y la sexualidad y los derechos humanos. Como hemos dicho los diarios en línea compiten con portales de todo el mundo de índole diversa.

El reto es por un lado la especialización y la credibilidad, por el otro es conectar a los desconectados entendiendo por éstos últimos no sólo a los que no poseen un ordenador sino a las generaciones de adultos y adultos mayores. Hasta ahora la industria crece de la mano de las nuevas tecnologías pero no en calidad de contenidos.

La internet como señalan Díaz Noci y Salavarría (2004: 24) convirtió al hipertexto, entendido éste como una “estructura para lo que no existe” (Huesca: 2000:5), en herramienta de uso cotidiano y con ello la posibilidad de construir relatos más profundos que largos y da la posibilidad de ofrecer al usuario la creación de sus propios itinerarios de navegación.

Convenios como el que en el 2005 establecieron Le Monde y El País para intercambiar contenidos en línea para sus suscriptores es una muestra del desafío que representa la satisfacción informativa del cibernauta.

En el universo de diarios mexicanos en línea conviven gratuitos y de paga, y en cuanto a los contenidos permanecen copiando textos de la versión impresa o informaciones provenientes de fuentes desconocidas que hacen propia. Como señala la investigadora de la Universidad de Minnesota Nora Paul (2005) la interactividad sigue siendo una deuda pendiente de los diarios en línea en el mundo, más un truco publicitario, considera Paul, que una realidad. En diarios como Reforma.com o El Universal online, la interactividad está limitada a los foros y a los chats.

Otros como La Stampa, The Guardian y Suddeutsche Zeitung con un buscador común comparten páginas temáticas. Los intentos de los diarios en línea por explotar las posibilidades del discurso hipertextual aun son tímidas, desligarse del periodismo impreso, está resultando una empresa difícil.

En el caso mexicano los empresarios de los medios siguen apostando todo al periodismo político, al espectáculo y al fútbol. En los diarios mexicanos citados anteriormente la oferta temática es muy similar a la de la edición impresa, es decir que se produce un número limitado de información para el nuevo soporte.

Los medios en línea de México enfrentan múltiples retos más allá del irresuelto debate de cobrar o no para acceder: Por un lado la competencia con medios internacionales, la conquista de mercados más allá de México como la comunidad hispana en los Estados Unidos; autonomía financiera y mercadológica respecto al medio televisivo o impreso además de la innovación de contenidos y servicios como la digitalización de archivos históricos para la joven audiencia. Pero quizá ninguno tan desconocido como la aparición del periodismo underground es decir, el que sin entrar al debate si es o no periodismo, aparece como opción informativa e interactiva para las nuevas audiencias: las bitácoras o weblogs.

Profesores y consejeros de Escuelas de periodismo en Estados Unidos recomiendan reelaborar el plan de estudio que hasta ahora establece para la enseñanza del periodismo la tipología basada en los medios; es decir, periodismo escrito, radiofónico, televisivo, etc.; y orientarla a una tipología por especialización, es decir, periodismo económico, político, médico, etc.[13]


4.- Cuarto Desafío. La ética y la legalidad
En la era de internet el rigor profesional con que se conduzcan los medios en línea es un enorme desafío. Con bajos costos y la facilidad de editar y enlazar contenidos como lo muestran controversiales sitios como wikipedia.com (la primera enciclopedia gratuita en internet donde se permite a los usuarios confeccionarla) está surgiendo en la red un periodismo de copiar y pegar.

El debate sobre los derechos de autor que, como señala Diaz Noci (2004), se centra en la cesión de los mismos por parte de las empresas y no de los propios periodistas, abre un debate sobre el particular que hoy parece lejano en nuestro país.

La democratización y la aparición de una opinión pública dinámica y exigente muestran en México un darwinismo en la industria. El contexto de liberalización política ha obligado a los medios a cambiar las viejas prácticas de financiamiento y concesiones discrecionales por nuevos esquemas de supervivencia financiera. Un ejemplo claro es el de los periódicos que no se han adaptado a los cambios y han desaparecido o bien, se encuentran al borde de la quiebra.[14]

Agencias de investigación de mercado como Ogivily proyectan una depuración del mercado de periódicos mexicano donde sólo quedarán unos cuantos, entre otras causas porque la inversión publicitaria es absorbida por un mínimo de diarios, los lectores son pocos y la audiencia dispersa. Asimismo la falta de comprobación de tiraje es vista como una posible causa de la baja publicitaria (Revista Marca 2.0:2004).

En el futuro se mira una industria multimediática mexicana siguiendo la tendencia mundial, es decir bajo una misma marca, como el caso de Grupo Monitor, MundoEjecutivo y Televisa o PRISA en España.

Hasta ahora los diarios en línea constituyen una tibia tabla de salvación para los diarios impresos en el país pues siguen viéndose como experimentos de bajo costo.

La credibilidad sólo puede ser ganada por medios y periodistas investigadores, responsables y comprometidos pero con un soporte legal dado que aparece ya un mercado competitivo que precariza la profesión (Díaz Noci 2004: 5).

Sería ingenuo no reconocer que el periodismo es una disciplina compleja que depende de innumerables variables que escapan a su control. La falta de acuerdos políticos y de reformas a las leyes que regulan los medios y la función de los profesionales de la información impactan en el estado de ánimo de los periodistas y en el de la academia que se esfuerza por educar a los profesionales de la información para el futuro cercano. Además, es preocupante el estado de la economía nacional y la inseguridad con que muchos de los periodistas ejercen la profesión sobre todo cuando investigan asuntos relacionados con el crimen organizado.

En este complejo escenario la única certeza es que el periodismo es en países como México una realidad para minorías y una insuficientemente explorada posibilidad de mercado. La tecnología obliga a los periodistas a ejercer la profesión en un contexto diferente. Como gestores o árbitros de la información, en el siglo veintiuno medios y periodistas habrán ahora de ponerse por delante de la tecnología. Toca a los gobiernos y a los congresos adoptar medidas que acorten la brecha tecnológica y protejan a los autores en la era del copiar y pegar.

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Notas
[1] Datos de Nielsen/Ratungs disponibles en línea ubican al inglés como la lengua más usada por los cibernautas. Datos que se desprenden del número de usuarios angloparlantes, seguido del chino, japonés y español. InternetWorldStats.com.
[2] Para Jean Francoise Lyotard en la “sociedad posmoderna” la hegemonía de la informática impone una cierta lógica y además implica prescripciones en cuanto a los enunciados aceptados como de “saber”. El saber posmoderno es instrumento de poder y catarsis de las diferencias.
[3] Rosental Calmon Alves dio a conocer estos datos en el taller para periodistas electrónicos: “Periodismo para internet” celebrado del 21 al 25 de agosto del 2000 en la Ciudad de México. La Relatoría se puede consultar en la siguiente dirección: http://fnpi.org
[4] Al mes de febrero del 2005 Reforma.com cuenta con 64 mil 886 suscriptores. Se cataloga como tal al usuario que cuenta con un número de cuenta y contraseña para acceder. Datos proporcionados a la autora por la Dirección de suscripciones del Diario Reforma.
[5] Habría que tomar con cautela los rankings de Alexa.com dado que aquellos periódicos que se encuentran hospedados con proveedores ISP o ASP resultan mejor colocados.
[6] Datos obtenidos de Chepesiuk, Ron en: http://www.globaljournalist.org/magazine/2005-1/outsourcing.html

[8] En la década de los noventa apareció el primer diario en línea en México, “Mexis”, que pronto se transformó en TO2. Para más referencias sobre el caso de México, cfr la obra completa Explorando el Ciberperiodismo Iberoamericano de Octavio Islas y Fernando Gutiérrez (2002). Fue en la década de los noventa cuando los impresos comenzaron a tener una versión idéntica en la red, técnica denominada Shovelware y que en realidad no es periodismo en línea.
[9] La Asociación Mexicana de Agencias de investigación de mercados y opinión pública tipifica a los segmentos de mercado en cuatro: ABCD+y D. En A,B,C se encuentran los hogares con ingresos más altos del país y en su mayoría poseen televisión de paga y PC. En los segmentos D+ y D se encuentran los hogares con menores ingresos, poseen TV , en el caso de los D+ algunos tienen PC y los ubicados en D carecen de ésta no así de TV en la que pasan un promedio diario de 2 y media horas. AMAI , 2004.
[10] De acuerdo con la encuesta de hábitos de los usuarios del portal del sitio El Universal online su universo de lectores está constituido primordialmente por adultos jóvenes de entre 25 y 34 años. Tendencia que comparten otros sitios periodísticos mexicanos. “Hábitos de los usuarios de internet 2003: Portal El Universa”l. Select y AMPICI, 2003.
[11] La Asociación Nacional de diarios Hispanos de los Estados Unidos NAHP por sus siglas en inglés reconoce las existencia de 500 diarios en español en la Unión Americana. Una muestra de cómo los inmigrantes pueden convertirse en un atractivo mercado para la inversión mediática. Ver https://www.nahp.org/
[12] Una interesante investigación del Pew Center y la Universidad de Stanford halló en 1998 que los internautas suelen poner atención en el mundo y no sólo en asuntos que les atañen de manera cercana, también éstos buscan los gráficos y después desplazan su mirada al título y a los resúmenes de noticias. http://www.poynter.org/eyetrack2000/
[13] La Universidad de Kansas reelaboró la currícula de la Licenciatura en Periodismo con el objeto de enfocar
la enseñanza por medio y formatos mediáticos. Ver Steve Geinmann. “Task Force on the Professions in the New Millenium”, en The Challenges of Journalism and Mass Communication Education”. Association for Education in Journalism and Mass Communication, 2001. Disponible en línea en la dirección http://www.aejmc.org/pubs/2001/html.
[14] Expertos en publicidad y compra de espacios en medios coinciden en que a finales de la presente década habrá sólo cinco o seis periódicos de los 30 que hay actualmente en el DF. Uno de los factores de esta predicción es la reducción en el gasto publicitario en medios del gobierno del presidente Vicente Fox (Revista Expansión 2003).

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